viernes, 30 de diciembre de 2016

PEDRO VARELA: MEJOR CALLADITO, QUE SUBE EL PAN


Mira que suelo ser detractor de las feministas y quienes las apoyan, sólo hay que echar un vistazo a otros artículos redactados y publicados por mí en este mismo blog para comprobarlo, pero es que en algunas cosas (pocas, pero algunas) tienen razón, y si entras a rebatir las más claras de éstas, y además con argumentos tan absurdos, lo único que consigues es ponerte en ridículo y salpicarnos al resto de derechistas -fascistoides, como éste palurdo-. Luego piensan que todos somos igual de idiotas.

Casi todo su discurso es un puro disparate y acumulación de tonterías sin sentido alguno si entras a considerarlas (es decir, en línea con el de su bienamado führer, pero sin el talento de éste para la oratoria. Téngase en cuenta que el del bigote ridículo parece ser que fue un gran orador, pero basaba la efectividad de su discurso en el tono, no en su contenido. Gritaba, gesticulaba, apelaba a lo más instintivo e irracional de las masas... y con ello conseguía enardecerlas y que, una vez sumidas en el trance colectivo, interiorizasen los absurdos que les vendía, no por lo que decía, sino por esa forma extrapasional con que lo hacía. Pero a lo que voy a referirme en estas líneas, es concretamente a las siguientes afirmaciones vertidas por el bueno de Pedrito en su conferencia de hace tres días en la librería Europa.

“Una ideología dominante se iba imponiendo en la mentalidad de toda la población. Una forma de pensar absolutamente destructiva.  Primero, desenraizar las personas de su pasado, desenraizar al hombre y a la mujer, con peleas artificialmente creadas, debido a la ideología de género. Una vez enfrentados el hombre y la mujer en una batalla inenarrable, inexistente en ninguna otra cultura en la historia de los pueblos, los niños han quedado sin familia, y al quedarse sin familia, los niños han pasado a la tutela ideológica del sistema. ¿Quién educa hoy a los niños? La tele, Internet, la ley de ciudadanía impuesta forzosamente en los colegios?...” 

      Pedro Varela

Estoy OK en alguna de las cosas que dice –por ejemplo, en eso de que se está forzando la guerra entre sexos (que no género, por cierto), pero en lo de que en ninguna otra cultura del pasado ha existido ésta, se ha lucido el Einstein este. Claro que no existió: porque la mujer estaba silenciada y oprimida, totalmente sometida legal y socialmente al hombre. No tenía apenas derechos, el que mandaba hasta que se casaba era su padre (y hasta sus hermanos varones) y a partir de ahí el marido, y ella a callar y obedecer lo que decidieran por ella. Por eso no había guerra entre sexos. Vaya gilipollez de argumentación.

En lo demás, repito que coincido en parte –tampoco en todo-, pero es que con ese defecto en su argumentación, ya se lo ha puesto en bandeja a las feministas para que lo dejen en ridículo y echen por tierra todo su discurso. Vaya un talento el de este hombre. Se le nota de dónde viene. Mejor calladito.

Soy derechista. Siempre lo ha sido y siempre lo seré, por convicción propia y con base en muchos años de estudios, lecturas y reflexión interna, pero, por favor, que nadie me confunda nunca con un esperpento como el tipejo éste. Pululo por foros y grupos de derecha, y allí veo que esta confusión no se da sólo entre izquierdistas y extraños, sino igualmente entre los propios simpatizantes de ésta -más propiamente dicho, en el 70 u 80 %, gente que tan sólo cree serlo-. Lo primero que habría que tener claro pues, es qué significa realmente ser de derechas (remito al artículo en este mismo blog titulado “¿Qué es ser de derechas?” http://sentenzyablog.blogspot.com.es/2016/11/que-es-ser-de-derechas.html). Y es que la fuerza de la derecha está llamada con el tiempo a ser también su debilidad, y acabará pasándole factura. A saber, esa unidad que convierte a su electorado en una amalgama en la que se mezcla todo lo que queda a la diestra del PSOE, desde el centro derecha democristiano, hasta los extremistas fascistas o neoliberales. Y claro, si metes en una misma casa monárquicos, antimonárquicos, patriotas y nacionalistas españoles, ultracatólicos, procapitalistas a los que e patriotismo se la trae al viento… al final la cosa tendrá que romperse por algún lado y estallar por necesidad.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

YO ESTOY CON SANTIAGO SEGURA: ME GUSTABA CARRIE FISHER.




      Nos estamos volviento gilipollas. Ahora, según las feminazis, va a resultar que es misógino, machista, sexista, retrógrado, irrespetuoso... que a los hombres nos gusten las mujeres y expresarlo. Si te gustan, bueno, vale... pero calladito. Salvo que seas lesbiana, claro. Entonces sí puedes babear ante cada escote o trasero femenino que se te cruce. Eso no es irrespetuoso. Es cool y cosa de mujeres liberadas que viven su sexualidad sin esconderse. Todo eso. Nada les gustaría más que meternos en el armario (ahora que hay sitio) y tirar la llave al mar.

     Esta mujer fue un icono sexual para mi generación. Tenía un cuerpazo y lo lució para deleite del público de la época. En estos días, tras su fallecimiento, veremos también muchas de las fotos más sugerentes del guaperas George Michael pulula por ahí, sin que nadie opine nada malo de ello. Si se tratase de Jhonny Weissmuller o Jean-Claude Van Dame (que muchos años le queden al hombre), nadie vería nada malo ni irrespetuoso en publicar otras suyas sin camiseta o hasta en taparrabos, y se vería cosa sana y evidencia de ausencia de prejuicios el que ellas, incluso en presencia de sus parejas, comentasen lo buenos que estaban y lo que les ponían sus músculos. Diríamos que son mujeres modernas y sin complejos. Tratándose de una bella hembra en cambio, la cosa supone casi crimen de lesa humanidad. Miren sino (enlace adjunto al artículo que comenta la noticia al final del texto) la que le ha caído al bueno de Santiago Segura por ocurrírsele homenajear a Carrie Fisher tras la noticia de su fallecimiento, colgando esta foto suya en su cuenta de Twiter. ¡Con la Iglesia hemos topado!

    Señoras y señoritas feministas, permítanme una pregunta: ¿cuánto hay de lo que dicen de sincera indignación y cuanto, más bien, de envidia y mala hostia? Señores que las apoyan y secundan: ¿cuánto en ustedes de peloteo y corrección política? Malas noticias para todos ustedes: me gustan -¡apasionan!- las mujeres, y nunca lo voy a ocultar. Y me gustaba Carrie Fisher. En su rol de sex symbol además. No hay nada de malo en ello. Sé perfectamente que han habido y hay muchas otras que, además de hembras espectaculares, fueron o son actrices gigantes y supertalentosas -Kim Basinguer, Angelina Jolie, Scarlett Johansson, Hale Berry,  Penélope Cruz...), peno yo a Carrie no la homenajeo por su trayectoria en ese sentido (no la he seguí y, por tanto, carecería de base para opinar), sino como mito sexual de una generación. No hay nada negativo en ello, pese a que ustedes así pretendan hacerlo ver e  imponer una represión que casi recuerda a la que en otra época impuso otra institución que, paradojicamente, ustedes mucho critican: la Iglesia Católica. De ahí la pertinencia y oportunidad de la foto. Desconozco si Carrie fue una buena actriz -no porque no me interese esa faceta de las diosas del celuloide, sino simplemente por que dio la circunstancia de que no seguí su devenir profesional-, pero sí sé que estaba buena. Muy buena. Marcó huella indeleble en los que fuimos niños y chavales de la época, y a ello es a lo que yo hoy rindo tributo. ¿Creen ustedes que eso es ser machista? Háganme un favor: váyanse a paseo y dejen vivir.

    ENLACE AL ARTÍCULO:

 http://ecodiario.eleconomista.es/cultura/noticias/8052097/12/16/Linchamiento-a-Santiago-Segura-en-Twitter-por-subir-una-foto-de-Carrie-Fisher-con-poca-ropa.html


lunes, 26 de diciembre de 2016

LAS "CHICAS DE..." EN PODEMOS: ¿VALORES FEMINISTAS REALMENTE?



La idea me vino a la cabeza hace algunas semanas. La formación morada hace del feminismo una de sus banderas, pero, al margen de la concordancia o incorcondancia feminismo/feministas –en un próximo artículo analizaremos esa cuestión-, ¿realmente puede considerarse la forma de actuar de las chicas de Podemos (inteligentes y muy capaces y preparadas además de guapísimas ellas, no lo pongo en duda) de Podemos acorde con los principios y valores de ese movimiento?

Si nos detenemos a analizar el asunto, no se puede concluir otra cosa que no sea la idea de que en ese partido resulta inusualmente frecuente la presencia en puestos destacados de “parejas de…”. Rita Maestre, Irene Montero y Tania Sánchez. Tres. Demasiadas. No me suena ningún otro partido en que haya dado un solo caso de coincidencia temporal. Los demás al menos han tenido la prudencia (ausencia de descaro más bien) de aguardar para que la cosa se diera en tiempos distintos. Reflexionemos: el acceso a esos puestos es algo que debe darse en una proporción aproximada de un español por cada varios cientos de miles –al menos-. ¿Cuántas posibilidades hay de que una persona que decida dedicarse a la política acabe en uno de  ellos? Ciertamente escasas. Además de talento, como en todo, será necesario tener padrinos, estár en el momento y a situación exactos, etc. Algo parecido a que te toque la lotería, vamos. Pues bien, preguntémonos: siendo tan difícil que suene la flauta, ¿qué probabilidad hay de que dos de los agraciados sean los componentes de una misma pareja y en un mismo momento? Yo al menos, me escamaría bastante si viera acertar la quiniela a una persona y poco después repetir la hazaña a su media naranja también.

Constatando lo evidente, la cosa es que en Podemos parece aplicarse aquello de que al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Alguien me dirá que lo mismo podría rezarse de Ana Botella, y sí, tendría toda la razón del mundo. Está claro que también llegó a alcaldesa de Madrid por aquello de ser vos quien sois. Pero vamos, además del cierto recato de que hablábamos para esperar a un momento no coindicente con el del apogeo de su “patrocinador”, el suyo es un caso en las ya cuatro décadas de historia de los populares, mientras que en Podemos ya tenemos tres en tan sólo tres años. Tres veces más en trece veces menos tiempo. Todo un récord digno de alguna plusmarca olímpica de las que marcan época y no se superan en décadas -si es que alguna vez son superadas-. En todo caso, ello sólo para cagarla, pues si el que escribe y firma está firmemente convencido de que Aznar fue el mejor líder que tuvo este país en los últimos cinco siglos, su mujer se cubrió de una sustancia marrón y de olor muy desagradable –ustedes ya me entienden- en su andadura política capitalina. Tuvo tan poco tino y acierto el expresidente a la hora de apoyarla, como en aquella en que decidió designar a Rajoy como su sucesor.

No el mismo el de Gallardón, el cual sí podría catalogarse como de estirpe o, como preferiría llamar Pablo Iglesias, casta. Y es que, a qué vamos a engañarnos, cambian los tiempos y los nombres, y las cosas evolucionan para adaptarse, pero lo que es desaparecer, no suelen desaparecer las del esquema de poder. La aristocracia es tan vieja como la Humanidad, y probablemente seguirá con ella por siempre. No es lo mismo que el clásico “me arrimo a éste/a, que me conviene” o “favorezco a éste/a porque comparte mi cama” (no necesariamente coincidentes ambas “especialidades” en todos los casos).

No estoy negando el talento de las chicas. Además de su indudable atractivo físico, a Tania y Rita da gusto escucharlas hablar (a Irene no la tengo tan seguida en ese aspecto). Sus formas son suaves e idealmente comedidas, su voz perfectamente modulada, el resultado definitivo muy agradable. Viendo a la rubia en sus debates televisivos o a la morena en sus entrevistas, te ganan y no te queda más remedio que reconocer que valen mucho para lo suyo. Otra cosa es el contenido de lo que dicen y piensan. Quien muestra tan buena memoria y dignidad para acusar los pecados del contrario y tan pocas para reconocer los propios, no puede tener el alma demasiado limpia. Hubieron también rosas azules, Tania, represaliadas por el bando que tu defiendes. ¿Ésas no merecen una palabra tuya para celebrar su memoria y reconocer el crimen de que fueron víctimas? “¡Arderéis como en el 36!” ¿Estás muy orgullosa de aquello, Tania? Fueron asesinados muchos religiosos inocentes, violadas muchas monjas que no habían hecho daño a nadie, por el simple hecho de profesar una religión que vuestro credo, el marxismo, había sentenciado como el opio del pueblo. Por ejemplo. Ya hablaremos de eso otro día.

No me cabe duda de que son mujeres inteligentes, preparadas y muy capaces, además de caras bonitas y cuerpos atractivos (que eso también parece funcionar muy bien últimamente, desde que iniciase la moda C´s con Inés Arrimadas y la arrebatadora Begoña Villacís), pero también todos sabemos que con eso no basta. ¿Cuántos hombres y mujeres del tipo se quedan por el camino? Es necesario además, como ya vimos antes, tener padrinos y/o estar en el momento y lugar adecuados. Es evidente que Tania, Rita e Irene no carecen de esos esos requisitos.

Ahora bien, ¿resulta eso compatible con la pretensión feminista de que las mujeres alcancen sus objetivos en base a sus propios méritos y sin ayuda de ningún hombre? La respuesta es evidente. Y ojo, que no las estoy criticando por ello. El pensamiento del que a ustedes se dirige es de derechas (consultar en este mismo blog “¿Qué es ser de derechas?” http://sentenzyablog.blogspot.com.es/2016/11/que-es-ser-de-derechas.html para tener claro lo que significa tal afirmación). Pienso que cada cual debe competir con lo que tiene, aprovechando las armas con que cuenta para obtener ventaja. En realidad, vería de género estúpido que no lo hicieran. La cosa es contradictoria con los principios del feminismo y la izquierda, no con los míos. 

Podría contraargumentárseme, y estaría bien traído, que las mujeres no tienen por qué renunciar a esa ayuda –insisto en que no soy yo el que defienda que tengan que hacerlo, tampoco que no puedan conseguir sus objetivos, sean cuales sean, sin ella-, dado que a los hombres nadie se lo pide y pueden servirse de la misma en su caso. Cierto. Pero la cosa es que, al menos hasta ahora, no me suena ninguno equiparable al que tratamos, bien posiblemente por aquello que decíamos de que se trata de coincidencias que hasta ahora, si se habían producido, tanto tratándose de hombres como de mujeres, había sido de forma meramente testimonial; bien porque todavía es reciente la equiparación por Ley del número de varones y hembras dedicados a la política. No me recurra nadie llegados a este punto a aquello del suelo pegajoso y el techo de cristal de las féminas, por favor. Ambos, sencillamente, son un mito. Un espejismo concebido por la mente febril del feminismo colectivo. La disminución del número de ellas en cargos conforme se eleva la altura de éstos, se puede explicar perfectamente si recurrir a discriminación ni conspiranoia machista alguna. En un próximo artículo me ocuparé de ello.

sábado, 17 de diciembre de 2016

LA TORPEZA DE PABLO IGLESIAS Y SU INESPERADO VIAJE DE VUELTA A LA NADA


Hace un tanto, cuando la dimisión de parte del equipo de Pedro Sánchez para forzar la caída de éste, el que escribe anunció el requiem por PSOE, señalando la circunstancia de que Pablo Iglesias lo creó y Pablo Iglesias lo terminó. Como ocurriera con aquellos viejos héroes y personajes mitológicos (Hércules, Minos…), que en realidad parece ser condensaban en un solo mito actos y obras llevadas a cabo por distintos históricos homónimos, quizá un investigador del futuro, de no ser por la documentación gráfica y audiovisual que hará fe para la Historia de nuestro tiempo, llegara a la conclusión de que entre los siglos XIX/XXI existió un notable adalid del socialismo español que vivió más de doscientos años –cabe esperar- y fue el padre y el verdugo del partido del puño y la rosa.

No exactamente. Lo que elevé fue un pronóstico de posibilidad, no de certeza. El PSOE llegó al poder de la mano de Felipe González, en unas circusntancias similares en cierta medida a las actuales. Yo era niño entoces (y aun así los tenía bien calados y no me tragué la patraña, lo cual me costó intensas disputas con mis compañeros de colegio), pero lo recuerdo bien. El sevillano no lucía coleta y sí corbata, pero acostumbraba vestir con una chaqueta de pana y prodigarse en gestos reivindicativos de su origen obrero y humilde, como el de aquella ocasión en la cual, cuando le preguntaron de qué marca prefería el agua que había pedido, reaccionó muy dignamente respondiendo:

“¿Cómo de que dé marca? ¡Agua normal y corriente! Del grifo”.

Mi madre guardó toda la vida la foto del momento publicada en los diarios, en la cual se veí al que llegaría a ser el primer presidente socialista de la historia de España, dando un largo trago del botijo que le acercaron ante el beneplácito y aplauso de la concurrencia. Igual que ahora, se vivía una situación de dificultad económica, con altísimos niveles de desempleo, etc. También entonces llegaba la izquierda en un ambiente de euforia triunfalista como la que se llegó a revivir en el momento de mayor apogeo podemita, con promesas de haber llegado el momento de pasar factura a los ladrones de las altas esferas, de que iban a crearse ochocientos mil puestos de trabajo… Luego, tras llegar al poder, Felipe debió perder la chaqueta, pues nunca más volvimos a vérsela puesta. Los ochocientos mil puestos pasaron a ser los “ochocientos o mil” del chiste de la época, que habíamos escuchado mal y confundido sus palabras a causa de su acento andaluz. Y llegaron los Juan Guerra, Roldán, Vera, Barrionuevo … resumiento, lo que se dio en llamar “cultura del pelotazo”, con unos niveles de corrupción política e  institucional sin precedentes. No sabemos si el ex presidente socialista siguió conservando su habilidad al botijo, pero es de esperar que Pablo Iglesias tomara nota del detalle de la prenda de pana. Posiblemente no lleguemos a verlo nunca con corbata.

El PSOE se quemó. Traicionó a su electorado, llegando a producirse una desconexión entre los votantes socialistas y sus dirigentes que culminó en el fenómeno del movimiento Indignados 15-M. Ya no resulta creíble como partido de izquierdas, lo cual deparó se produjera un vacío que vino a ocupar Podemos. Pablo Iglesias y los suyos fueron realmente hábiles al moverse avanzando desde el signo extremista bajo el cual nacieron como organización política, para acercarse a la socialdemocracia y el centroizquierdismo. Con ello ganó a los jóvenes de este pensamieanto, además de a los adultos defraudados por el PSOE, quedando en apoyo de éste únicamente los incondicionales de toda la vida y quienes seguían votándole por inercia familiar u otros motivos similares. En tales circunstancias, privadas de renovación sus bases al haber pasado a los morados todo izquierdista de honesta convicción, el futuro previsible del partido de la rosa semejaba languidecer perdiendo progresivamente los seguidores que le quedaban, hasta acabar falleciendo por motivo de edad.

Sin embargo y contra todo pronóstico, quién lo iba a esperar tras su habilidad política anterior, Podemos, siguiendo las directrices de su líder, ha vuelto a dar un giro para virar el rumbo de nuevo hacia la ultraizquierda. ¿Qué hay en la cabeza de Pablo Iglesias y los suyos? La historia reciente ha demostrado que aquélla no tiene futuro alguno. El Partido Comunista hubo de disolverse integrado en el seno de IU, y, aun así, ha continuado en caída libre hasta restar con una representación en las Cortes meramente testimonial. El mismo Pablo reconoció que el extremo ideológico que a que él se adhiere no tiene nada que hacer en tiempos normales, en los cuales se impone la moderación, debiendo quedar ellos a la espera de su oportunidad, que se presenta en tiempos de crisis y convulsión política y/o económica. 

¿Por qué pues este inesperado giro en una dirección que, como vemos, el mismo coleta sabe de sobra no conduce a la Moncloa? En realidad, supone el reconocimiento de su propia derrota. Con esto parece admitir que entiende haber tocado techo, no sintiéndose capaz de seguir creciendo a costa del PSOE, ocupando el nicho electoral de la socialdemocracia nutriéndose del electorado de este signo desilusionado con aquél, el cual sí supone un volumen de votantes que podría haberle llevado a la presidencia.

No se entiende pues semejante torpeza en quien antes, al margen de las abismales discrepancias ideológicas que separan al que firma de él, denotara una habilidad política y talento para ganarse a la gente similares a aquellos socialistas de los tiempos de la transición, cuando su mensaje prendía en la gente como chispa en la yesca seca. Ha dado un balón de oxígeno al rival con el cual competía. Lo primero era constituirse y consolidarse como fuerza hegemónica en la izquierda, lo cual, en cualquier país que no viva una situación de grave crisis social, pasa necesariamente por la moderación y ubicarse en la socialdemocracia; para luego erigirse en rival de la derecha y competir con ésta por el gobierno de la nación. Con este giro en cambio, renuncia definitivamente a todo ello.

lunes, 5 de diciembre de 2016

¿FUERON MACHISTAS LAS AFIRMACIONES DEL ALCALDE DE ALCORCÓN?


Hace unos días se desató la tormenta política y mediática a causa de unas escandalosas afirmaciones vertidas en el seno del VI Congreso Nacional de Educadores Católicos por el actual alcalde de la localidad madrileña de Alcorcón, David Pérez, en las cuales calificaba al feminismo actual de "rancio, radical, totalitario…" y tildaba a las mujeres que lo defienden como "fracasadas, amargadas y rabiosas”. Algo que probablemente piensa la mayoría de personas, no sólo en España, sino en el mundo, y que han llevado a que, desde la izquierda y los sectores feministas, se pida su dimisión acusándole de machista. Sin embargo, ¿es realmente una manifestación de machismo lo que dijo? Para responder a esa pregunta, debemos acudir en primer lugar la definición que de este concepto hace la Real Academia Española. Así:
 
Machismo
De macho1 e -ismo.
1.      m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.”
Machismo es pues la actitud de superioridad de los hombres respecto de las féminas. Se trata de un conjunto de prácticas, comportamientos y dichos que resultan ofensivos contra el género femenino. No es pues machista el acto de insultar a las mujeres en sí mismo, sino, a lo sumo, una muestra de mala educación, grosería, etc, como lo sería igualmente injuriar a un varón. Lo es hacerlo ÚNICAMENTE cuando se  las ofende por su condición de tales. Los aborrecibles “mujer tenías que ser”, “vete a tu casa a fregar y cuidar de tus hijos”, “tómate la pastillita, que así no piensas con claridad…”. Si le dices a una mujer “tú eres gilipollas”, no estás incurriendo en machismo. Incurrirías si le dijeses “las mujeres sois gilipollas”, “eres gilipollas, como todas las mujeres”, etc. Pretensiones de que cualquier trato verbal despectivo hacia una fémina suponga tal falta, como la de la periodista Elisa Beni (tan dada a la demagogia, falacias, tópicos y lugares comunes, chorradas múltiples… ella) hace un par de semanas en un programa de TV, en el cual acusó a Paco Mahuenda de machista por decirle que fuera a que le revisasen el oído (sic); en cambio, sí son una evidencia más de que el feminismo actual (movimiento con el cual intuyo comulga esta mujer) no es realmente tal, sino un hembrismo mal nominado.

Pero volvamos por el momento al análisis de nuestra pregunta. A la luz de la definición de la RAE, a ésta habría que contestar con la siguiente: ¿insultó el alcalde de Alcorcón a las mujeres? A ello, las feministas y los sectores de izquierda, que pretenden establecer una identificación absoluta y automática entre éstas y aquéllas, responderían sin pensárselo un solo instante que sí. Sin embargo, ¿podemos considerar verdaderamente que descalificar a unas u otras sea una misma cosa? La mayoría de féminas, aunque no se consideren contrarias al feminismo, tampoco se llamarían a sí mismas feministas, y muchas de ellas, probablemente tantas como militantes y seguidoras de ese movimiento existen o más, dirían que son detractoras de ese movimiento. Tenemos pues que no todas las mujeres son feministas, incluso que la inmensa mayoría no lo son, con lo cual, definitivamente, no puede considerarse que insultar a unas u otras sea una misma cosa.

El siguiente argumento que cabría para intentar calificar de machistas las declaraciones de David Pérez, sería el de que el feminismo es un movimiento que defiende los derechos de las mujeres (ahí otro de los tics de la cuestión. Volveremos sobre ello en un próximo artículo), con lo cual despreciar tal causa sería acto equiparable al de despreciar directamente a aquéllas. Explicación impecable, pero ¿realmente el alcalde atacó esa motivación, o más bien la forma de perseguirla de este colectivo? Yo creo que, sin ningún género de duda, sería esto segundo. No me imagino al hombre negando que las mujeres deban disfrutar de plena igualdad de derechos y oportunidades con respecto a los varones, ni tampoco vilipendiando tal pretensión, una de las más justas y loables que hayan existido con toda certeza.

David Pérez, Ilustrísimo Alcalde de Alcorcón, democráticamente elegido por sus conciudadanos, no  incurrió en machismo ni misoginia alguna con sus afirmaciones. Despreció en ellas a las feministas actuales, lo cual podrá considerarse correcto o incorrecto, cuestión que merecería su propio análisis, pero, definitivamente, no fue machista. El hombre se limitó a mostrar su opinión sobre las feministas, igual que otros puedan mostrar la suya sobre los católicos, los animalistas, los ecologistas… Por más que nos lo quieran imponer, no existe obligación de comulgar con el movimiento feminista ni de considerarlo algo positivo e intocable, pues tampoco hay equiparación absoluta y automática entre éste y la causa de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Los seguidores y simpatizantes de ese movimiento pretenden vendernos que éste es exactamente eso, pero, como veremos en un próximo artículo, una vez analizada la cuestión se revela que no es así, y que lo que en realidad se defiende desde él (hoy día, no incluyo en esta sentencia a las feministas de otros tiempos) es la prevalencia femenina, no la equiparación con el varón.