viernes, 2 de junio de 2017

¿ERAN DE DERECHAS LOS REGÍMENES FASCISTAS?

 
Nazis, fascistas, falangistas… normalmente son señalados como extrema derecha, pero ¿lo fueron realmente? ¿Los son hoy día los movimientos receptores de su herencia? Para responder a esta cuestión, en primer lugar, hay que tener claro qué es derecha y qué es izquierda. Aunque parezca obvio y de cajón, muy pocos manejan el concepto correcto y cuando se pregunta al respecto, se obtiene en el 90 % de las ocasiones una serie de tópicos, lugares comunes y desatinos por respuesta. Sería pues mucho confiar hacerlo en que los lectores que pasen por estas líneas, en su generalidad, tengan en su mente la definición adecuada. Resumiendo, podríamos concretar que la derecha defiende una suerte de darwinismo social, la imposición de los individuos más competitivos sobre los menos en la competición social, sometido el animal racional de esta forma a las leyes de la evolución como el resto de seres vivos; frente a la defensa del débil de la izquierda, que llevada al extremo supondría el colapso de la especie por falta de adaptación a los retos y circunstancias cambiantes de la existencia, al no pasar por el filtro depurador que permite el cambio adaptador. Podríamos definirlo así a groso modo. Para una información más precisa, léase el artículo "¿Qué es ser de derechas?” en este mismo blog (http://sentenzyablog.blogspot.com.es/2016/11/que-es-ser-de-derechas.html).
 Esta máxima, evidentemente y por su propia e intrínseca naturaleza, se aplica a los individuos. Los seres humanos, igual que el resto de criaturas vivientes entre ellas, competimos entre nosotros por unos recursos limitados, determinando el resultado en esa competición nuestra condición de ganadores, perdedores o conformistas en la pugna social. Pues bien, los fascismos corrompieron esa base, sustituyendo a los individuos por colectivos en el concepto. No son aquéllos quienes compiten en su modelo, sino los pueblos, naciones… La raza aria lo hacía históricamente con los semitas, Alemania con Francia y los países eslavos, España contra árabes, franceses e ingleses… Lo importante no son las personas que integran el Estado, Pueblo… que en el caso del nacional-socialismo llega a entenderse como un organismo viviente en sí mismo (teoría del volkgeist, el espíritu del pueblo). Éstas serían como las células que forman el cuerpo de los seres vivos. Su función  no queda orientada hacia su autoconservación, sino a la preservación del todo del que forman parte. Aquéllas se sacrifican alegremente para preservar la salud de éste. Igualmente, la vida en sí de los integrantes de un pueblo o nación no es lo importante, sino la supervivencia y gloria de éstos. Los ciudadanos están para defender a la Patria.  “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por él”.´
 La máxima se traslada de esta manera de los individuos a los pueblos o naciones. Los ciudadanos por tanto, deben dar prioridad a la competencia entre éstos, sobre la que se da entre ellos mismos. Lo que importa es la prevalencia de España, Alemania, Italia… sobre sus competidores, no la del nacional sobre los otros nacionales, que pasan a ser sus camaradas, con los cuales ha de colaborar hombro con hombro en esa lucha, llegando a dar la vida incluso si resulta necesario en ella, como células integrantes del todo, que es el que cuenta, que son. Por tanto, es preciso que todas ellas funcionen de la manera más óptima y coordinada posible, surgiendo un deber de solidaridad entre ellas que las obliga a socorrerse mutuamente en caso de necesidad. Si un ciudadano no tiene trabajo, o vivienda, o pasa necesidad… es obligación de todos los demás ayudarle, para así resultar en un todo más fuerte. Tampoco se puede permitir que fuerzas o instituciones que no sean el Estado le opriman, debiendo intervenir éste en la economía decididamente a fin de evitarlo. Es decir, direccionismo estatal en materia económica a fin de combatir el Liberalismo Económico (Capitalismo según los autores marxistas), que es la misma pretensión básica de las ideologías comunista, socialista y anarquista.
Tenemos así dos tendencias dentro del modelo fascista. Por un lado, una de extrema derecha en materia de política exterior que incita a la competición con otros pueblos y naciones, llegando a la confrontación armada si resulta necesario, por la prevalencia en la selección natural que les enfrenta. Por otro, una social y ferozmente anticapitalista en materia de política interior, igual a la desarrollada en los estados marxistas (de hecho, algunos teóricos, como Norberto Ceresole, son comunes a ambas doctrinas, habiendo predicado tanto entre fascistas como entre extremoizquierdistas y siendo asimilados y homenajeados por ambos), pero limitada a los nacionales (nacional-socialismo). Políticas sociales como en el caso del comunismo, pero destinadas únicamente a los hijos de la Patria (hoy día tenemos un buen ejemplo de esto en los grupos de corte fascista que reclaman aquello de "primero los españoles"). Asimismo, no hay que perder de ejemplos como el de Ricardo Sáenz de Ynestrillas, hijo del militar  y dirigente histórico de la Falange asesinado en 1986 por ETA, y que fue durante años la cara más reconocible de la extrema derecha en España, que a día de hoy asegura votar a Podemos y ha declarado que "llevo meses mostrando mi apoyo a Podemos por su proximidad al discurso que reivindicamos quienes nos sentimos herederos de la Falange Auténtica y primigenia. Quienes apostamos realmente por la Revolución nacional y sindical. No es exactamente lo que me gustaría (se me queda muy corto)pero es lo que más se acerca"; habiendo llegado a propugnar la creación de un Círculo Podemos de Izquierda Falangista. En el mismo sentido, la fascinación que el fundador de la  Falange, José Antonio Primo de Rivera, ha despertado desde siempre en muchos dirigentes de extrema izquierda, incluido actualmente, según La  Gaceta, Pablo Iglesias.
No es cierto por tanto que los movimientos fascistas fueran de ultraderecha. O más bien, no es enteramente correcta tal afirmación, pues tenían tanto de ésta como de extrema izquierda. Sin embargo, la confusión está muy extendida hoy día, hasta el punto de ser la tónica dominante, y a nadie le interesa aclararla. A la izquierda porque le sirve para meter a todos en el mismo saco y asumir falazmente el monopolio de la defensa de la clase obrera. Los nazis eran nacional-SOCIALISTAS. Mussolini provenía del Partido Socialista italiano, en el que ya había militado antes que él su padre también. La Falange era nacional-SINDICALISTA… “No hay cosa más tonta que un pobre de derechas”. ¿Dónde quedaría ese falso tópico de generalizarse el conocimiento y aceptación de que los fascismos fueron creados por y para la defensa de la clase obrera? Teniendo claro que existen dos opciones para la defensa de sus intereses, una a "diestra” –entre comillas el término por lo ya explicado- y otra a siniestra del espectro político, el electorado obrero se dividiría entre ambas, lo cual perjudicaría a ésta última, que tradicionalmente se ha erigido como única” defensora suya. No interesa por tanto, en absoluto, a socialistas, comunistas, podemitas… que se extienda el concepto de fascismo como adalid en la defensa de la clase trabajadora.
Tampoco ello le interesa al PP y la derecha española, pues la asunción de tal idea entre su electorado supondría una quiebra de éste y el surgimiento de un nuevo partido de “derechas”. En efecto, no resulta posible compatizar dos tendencias antagónicas, una partidaria del decidido intervencionismo estatal en la economía (Fascismo), otra abominadora del mismo y firme defensora de la autoregulación del mercado (Liberalismo Económico).
Por último, llamar la atención sobre la revisión de conceptos. Igual que existe un socialismo de izquierda y otro de “derecha” como hemos visto, podríamos concluir que existe igualmente un anarquismo de izquierda (anarquismo social, político), y otro de derecha (anarquismo económico). También hay que tener cuidado con la equiparación –errónea- conservadurismo/derecha y progresismo/izquierda, pues en países como Rusia, por ejemplo, los conservadores son los comunistas. Cómo decía La Polla Récords en aquella vieja canción, hace ya más de treinta años, hoy en este mundo tan moderno y tan jodido, los viejos eslogans se verán sustituidos”. Revisad vuestros conceptos. Es posible que necesiten un reajuste.

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